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Reportajes de Salud

¿Piernas hinchadas? El fisio puede ayudarte

¿Piernas hinchadas? El fisio puede ayudarte
Son uno de los motivos más frecuentes de consulta al médico. También conocidas como piernas cansadas, hinchazón de los tobillos y pies o edema periférico, constituyen un problema muy habitual entre las personas mayores y en especial en la población femenina.

Las piernas cansadas son una acumulación de líquidos en los tobillos, pies y piernas. Las causas pueden ser múltiples, aunque en la mayoría de los casos son motivadas por una alteración de los sistemas circulatorios venoso y linfático.
Los líquidos se retienen por el defecto de retorno. El retorno de líquidos depende de los sistemas circulatorio, venoso y linfático. El sistema venoso de las piernas, retorna la sangre “sucia” para que sea limpiada en el hígado y riñones y oxigenada en el pulmón y el sistema linfático retorna la linfa a las venas superiores. Cuando alguno de estos sistemas circulatorios falla, se produce la retención de líquidos.

Diferenciarlo de otros problemas

  • Estar de pie durante mucho tiempo.
  • Viajes largos en avión o en coche.
  • Tener sobrepeso.
  • Tener edad avanzada.
  • Periodos de inactividad física.
  • Lesión o trauma en el tobillo o el pie.
  • Menopausia.
  • Embarazo.

¿Cómo nos afecta?

Puede afectar ambas piernas e incluir las pantorrillas o los muslos. Uno de los primeros síntomas de las piernas cansadas es la sensación de hormigueo, acompañada de una pesadez en las piernas. En el caso de la edad, a mayor edad, mayor posibilidad de tener mala circulación y que este problema esté más agravado. El sexo también influye, puesto que se presenta con mayor incidencia en las mujeres que en los varones, siendo el doble de veces más frecuente la aparición en las primeras que en los segundos.

Características

  • Hinchazón de las piernas, de los pies o de los tobillos que empeora durante el día y se hace más intenso al anochecer.
  • Cede con el reposo y la elevación de las piernas.
  • Empeora con calor y mejora con frío. El calor o la humedad alta producen vasodilatación en los vasos sanguíneos y conllevan el paso de demasiados líquidos hacia los tejidos corporales. Esta es la razón por la cual en los días nublados o de mucho calor las piernas se sienten pesadas.

Trabajo fisioterapéutico

Si tras visitar a tu médico te ha descartado que padezcas otros problemas más serios, es el momento de que recurras a un fisioterapeuta. Este profesional puede ofrecerte una alternativa terapéutica, no farmacológica, utilizando medios físicos naturales. El fisioterapeuta puede ofrecerte múltiples soluciones garantizando siempre su seguridad, fiabilidad y eficacia.
Entre las técnicas más empleadas para este tipo de problemática destacan el drenaje linfático manual, la presoterapia, los masajes con hielo, los masajes circulatorios y los baños de contraste. Todos ellos tienen como efecto el favorecer la circulación.
  • Drenaje linfático manual: consiste en una técnica de masaje de acción directa sobre el sistema linfático. Este remedio fisioterapéutico elimina el exceso de líquido y mejora la circulación, tanto linfática como sanguínea. Este masaje manual utiliza pases suaves de compresión y arrastre para estimular la apertura de los capilares linfáticos y la activación de los ganglios.
  • Presoterapia: se efectúa introduciendo las extremidades corporales en unas botas o manguitos, con una doble pared que forma una cámara hinchable, donde con ayuda de un compresor, se insufla aire a una presión determinada. El hinchamiento se consigue siempre en sentido centrípetro (desde los pies hasta los muslos).
  • Masaje circulatorio: está encaminado a restablecer y/o mejorar el retorno venoso del cuerpo. Es un masaje manual en piernas que por medio de bombeos y pases determinados favorece la circulación venosa.
  • Masaje con hielo: es frecuentemente utilizado en deportistas, y también puede dar muy buenos resultados en mayores. El fisioterapeuta realiza un masaje de piernas con cubitos de hielo envueltos. Aunque inicialmente pueda resultar algo desagradable el contacto del hielo con nuestra piel, al final del tratamiento notaremos las piernas muy descansadas y livianas.
  • Baños de contraste: para realizarlos es necesario el uso de dos recipientes, uno con agua a 38-44 ºC de temperatura y otro a 10-20 ºC, se introducen las extremidades a tratar alternado las temperaturas. Se comienza sumergiendo la extremidad que se va a tratar en el recipiente con agua caliente, durante 7-10 minutos; seguidamente, se sumerge en agua fría durante un minuto y se vuelve a sumergir en agua caliente durante cuatro minutos. El ciclo se continúa durante 30 minutos y la última inmersión se realiza en agua caliente. Los cambios han de hacerse con rapidez. Existen diferencias en cuanto a la técnica, pero radican en la proporción de tiempo calor/frío, y en la secuencia final del tratamiento, pues la mayoría terminan con agua caliente, y otros con agua fría.
    No debemos olvidar acudir siempre a nuestro médico antes de realizarnos cualquier tratamiento. Es muy importante descartar problemas más graves y cualquier contraindicación a las terapias.
    Nuestras piernas son el soporte de nuestro cuerpo, y aunque no nos demos cuenta, trabajan mucho durante todo el día. Por ello, es de vital importancia cuidarlas. Siguiendo los anteriores consejos podremos combatir las molestias causadas por las piernas cansadas e incidir sobre la salud general de todo el organismo, mejorando así nuestra calidad de vida.

Actividades recomendadas

Realiza la siguiente tabla de ejercicios sencillos:
  • Anda de puntillas.
  • Mueve los dedos de los pies.
  • Mueve las puntas de los pies hacia fuera y hacia dentro.
  • Alterna apoyarte sobre las puntas de los pies y los talones.
  • Túmbate en el suelo y separa las piernas de modo vertical y horizontal.
Es muy importante tomarse 30 minutos al día y practicar los anteriores ejercicios. Vuestras piernas os lo agradecerán, ya que favorecerán la circulación.

Al aire libre:

Disfruta al aire libre practicando algún tipo de ejercicio físico o deporte, pero no cualquier actividad física, sino aquella que estimule el retorno venoso y potencie el bombeo de la sangre hacia las extremidades. Al andar o al correr, también trabajan los músculos de las piernas contrayéndose y relajándose de forma que actúan como bombas de retorno y envío de sangre al corazón. Lo mismo sucede con los deportes, debemos de tener en cuenta que unos deportes son mejores que otros a la hora de favorecer la circulación de la sangre. Son recomendables la práctica de natación, aquagym, Pilates, aquapilates (Pilates en el agua), yoga o ciclismo (a ritmo moderado). Debemos evitar deportes como el baloncesto, fútbol, deportes de raqueta… por el impacto que se produce en estos. Así como los que requieren pasar largo rato de pie como el golf, tiro al blanco-diana, ping pong… El agua de mar es de gran alivio para sentir las piernas mejor.
Elena Fernández - Fisioterapeuta
Elena Fernández
Fisioterapeuta
 
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