Fumar, tener la tensión alta y diabetes son factores que incrementan el riesgo de padecer demencia, según el Informe Mundial sobre el Alzheimer 2014, “La demencia y la Reducción del Riesgo: Un análisis de los factores de protección y modificables”. En concreto, el trabajo señala que dejar de fumar está directamente relacionado con una reducción del riesgo de demencia, incluso en personas de edad avanzada; mientras que la obesidad, el sedentarismo y tener los niveles de glucosa en sangre altos, son factores de riesgo cardiovascular que pueden originar derrame cerebral.
Los investigadores indican que si se llega a la vejez con cerebros más sanos, se tiene más posibilidades de vivir más tiempo, más felices y con menos riesgo de perder la memoria.