Los mayores de 50 años suelen presentar signos radiológicos de artrosis
Siete de cada diez personas de este grupo poblacional tienen este problema siendo la principal causa de incapacidad, y la cuarta enfermedad que más empeora la calidad de vida de quien la padece, según ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La incidencia aumenta con el envejecimiento, siendo las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral las zonas que más sufren sus efectos, entre los que se encuentran el dolor y la incapacidad funcional. Como ha explicado el doctor Alfonso González Ramírez, geriatra del Hospital de Salamanca, "generalmente no es posible prevenir completamente la enfermedad. Para reducir la gravedad y los efectos que la artrosis causa se recomienda controlar el peso en valores normales para la altura y la estructura corporal, mantenerse físicamente activo y evitar la sobrecarga excesiva en las articulaciones a medida que se envejece". Y es que entre sus factores de riesgo se encuentran la obesidad, la edad avanzada, la actividad diaria, y presentar una densidad mineral baja.
Su tratamiento se centra en controlar los síntomas, mantener la función articular y reducir la progresión de la enfermedad, para lo que se utiliza en algunos casos fármacos y en otros es necesario una intervención quirúrgica.
La incidencia aumenta con el envejecimiento, siendo las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral las zonas que más sufren sus efectos, entre los que se encuentran el dolor y la incapacidad funcional. Como ha explicado el doctor Alfonso González Ramírez, geriatra del Hospital de Salamanca, "generalmente no es posible prevenir completamente la enfermedad. Para reducir la gravedad y los efectos que la artrosis causa se recomienda controlar el peso en valores normales para la altura y la estructura corporal, mantenerse físicamente activo y evitar la sobrecarga excesiva en las articulaciones a medida que se envejece". Y es que entre sus factores de riesgo se encuentran la obesidad, la edad avanzada, la actividad diaria, y presentar una densidad mineral baja.
Su tratamiento se centra en controlar los síntomas, mantener la función articular y reducir la progresión de la enfermedad, para lo que se utiliza en algunos casos fármacos y en otros es necesario una intervención quirúrgica.
