Científicos de la Universidad de Jaén han descubierto que el aceite de oliva virgen extra, así como el aceite de oliva “ecológico”, son más eficaces para prevenir infecciones como las causadas por las bacterias E.coli o la salmonella con más efectividad que el aceite de pescado, al que se le atribuyen cualidades antiinflamatorias y cardiosaludables por su alto contenido en omega 3. La investigación ha determinado que esta protección se produce incluso cuando el organismo se encuentra bajo de defensas.
El aceite de oliva también ha demostrado sus beneficios para el sistema óseo, el sistema endocrino, además de que protege contra el envejecimiento prematuro y el riesgo cardiovascular.